W. Blake
jueves, 15 de noviembre de 2007
VI
Dejadme, oh, dejadme con mis poemas;
aquí permaneceré hasta fallecer
hasta no ser más que un espíritu
y haber dejado esta forma de arcilla.
Entonces vagaré por este bosque
recorriendo campos sin veredas.
A través de la penumbra él verá mi sombra
y oirá mi voz en la brisa.
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