Los "inquilinos" de la 311 seguían muriendo a ritmo semanal y se terminó por organizar un escondite en la habitación (para vigilar lo que ocurría). Y el misterio se disipó: cada viernes por la mañana hacia las 6 de la mañana, la mujer de la limpieza desenchufaba el respirador artificial del paciente para conectar su aspirador...
jueves, 29 de noviembre de 2007
El misterio de la habitación 311 aclarado
Durante meses se creyó en la maldición de la habitación 311 de ese hospital municipal de Africa del Sur. Cada viernes por la mañana, las enfermeras descubrían un muerto en esta habitación de la unidad de cuidados intensivos. Es cierto que todos los pacientes habían sufrido todos los tratamientos importantes, pero no estaban en peligro de muerte. El equipo médico, perplejo, pensó en una contaminación bateriológica del aire de la habitación. Alertados por las familias de las víctimas, las autoridades pidieron una investigación.
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