sábado, 20 de marzo de 2010

Espectros que retornan en ansiada espera


Vidas que se fugan...
reinos que se alteran
veredas pintadas de seda
alegorías no cantadas
espectros desdibujados

vidas que se esfuman
cetros y tronos sin rey...
ansiada espera

viernes, 19 de marzo de 2010

Caja de música

Pedro Aznar Música del Japón. Avaramente De la clepsidra se desprenden gotas De lenta miel o de invisible oro Que en el tiempo repiten una trama Eterna y frágil, misteriosa y clara. Temo que cada una sea la última. Son un ayer que vuelve. ¿De qué templo, De qué leve jardín en la montaña, De qué vigilias ante un mar que ignoro, De qué pudor de la melancolía, De qué perdida y rescatada tarde, Llegan a mí, su porvenir remoto? No lo sabré. No importa. En esa música Yo soy. Yo quiero ser. Yo me desangro.

jueves, 18 de marzo de 2010

Este silencioso veneno... eres tú aquel que recorre estos surcos sanguíneos y los llena de engaños el que fluye otorgando letanías mientras tardía espera el desenlace la agridulce inesperada despedida

miércoles, 17 de marzo de 2010

De los rumbos y los rumores desesperanzados

En la inmensidad de las olas no navegadas mas empolvadas de tantos caminos que la transitan, en la pampa, por fin vuelvo al reencuentro de aquello tan anhelado esa maldita soledad que tanto persigo, y en ello no logro enfundar el sentimiento, la satisfacción que en ella encontraba. Alzo los ojos, ese estrellado firmamento lo confirma, es la apuesta de na mano que aún no ha sido jugada. Prosigo, y en eso me doy cuenta que en el momento que pensé ya no quedaban lágrimas en estas oscuras fauces, entre tinieblas veo que lo que imprime el lápiz hace ya líneas dejó de ser tinta. ¿Por qué mi tan autoanunciado camino cambia su destino sin consulta previa? ¿y qué sentido tiene el rumbo fijado jugando a la ruleta rusa comandada por un niño al que no se le acaban nunca las monedas? Y así, gracias a aquel niño me encontré ayer entre paredes y hoy entre la inmensidad verdosa pensando en cuán acompañada por la soledad tu recuerdo me concurre, pensando cóo encontrar a Sherlock y pedirle que me ayude a investigar en qué momento te llevaste mi complitud, dejándome partida y conociendo por fin que tú eres mi quimera, el sendero que no florece mas se marchita a mi paso, el cielo que no sabe de luceros mientras no quites las nubes y me acompañes a saltar de constelación en constelación. Me siento entre espinos caigo en nubes que me figuran escenas pasadas, y aquellas sombras que desdoblan lo torcido de estos árboles oscurecen mi pensamiento... y miento Entretanto, los caballos y las ovejas pastan... hasta ellos tienen permitido ir de a dos. Los pájaros se ríen de mi terrenidad al alejarse, y aún así los quiero seguir, quizás me podrían acercar a ti. Lo intento, tanto como esos rayos de sol se cuelan en medio de otro espeso mar que tampoco se navega mas bien se asemeja a ovejas colgadas amontonadas como nosotros en un corral. Mas tus pensamientos me rehúyen, juegan a las escondidas, pero espero, y quizás se reencuentren como una vez en ese sueño, y en la danza onírica bailen al mismo compás serpenteando al tiempo, burlando el espacio y trascendamos de las murallas que seguimos construyendo para frenar lo inevitable.

martes, 16 de marzo de 2010

De cenizas y espera

Espero sentada en la baranda del escurridizo camino del tiempo me encuentra el silencio me desaparece el aroma de aquel espacio no habitado que dejaste a la deriva me atrapa el miedo a aquellas oscuras barcas que traspasan mi estigma mientras cae la tarde las cenizas de aquel fuego me visten de viuda y las flores de esta tumba se secan a mi alrededor. En tanto.. lágrimas oxidadas caen de dolor dejan una marca perenne envolviéndome entre ramas espinosas enraizadas en la acera de lo que fue un rosal te espero hasta el rocío matutino para arrancarte la humedad de vida y no morir en el cansancio de tanta espera

Extensiones y persistencias de un árbol

Esencia troncal firmeza de raíz ligereza en ramas firmes extendidas, erguidas al viento alardeando su compás pasivo pero perpetuo: "tú viento me sacudes, mas yo de aquí no me muevo, mas crezco, mas persisto, permanezco... aún" Viento arbol tierra viento que me dibujas tierra que me acaricias espesa me limitas me requieres tu ósculo sacude mi quintaesencia de savia oculta y brota semilla que riega tu frontera, tierra

Monólogo Nº 4

Sendero tras sendero sigo las huellas de tu sombra en el jardín de sueños que inundado por las perpetuas jugarretas del tiempo requiere de riego para el retorno de la marcha a la milla más cercana la distancia más lejana

Sentidos

Me gusta escuchar el silencio en medio del murmullo de los trenes y la multitud en el metro ¿Será porque en medio de todo lo único que percibo es aquel tímido latido de tu corazón en mi oído? ¿ese rumor carraspeado e irregularmente agitado que derrite mis sentidos?

De monólogos

Mi monólogo eres tú, tu mirada.. y el reflejo de mis ojos en los tuyos que acumulan y llevan las curvas donde se pasea la frondosa cordillera, en la carretera, que a la vez que separa une fronteras. Mi sonrisa es también tuya, y el tímido latir de tu ojo cuando mis labios resisten decir aquello que tampoco escribo, ese... es mío