Levantarse, sacar al gato, ducharse, que la crema, que la ropa, que el pelo, desayuno -mi eterna necesidad de comida-, el trabajo, los estudios, donde aquello que pudo ser interesante se pierde en aquello que se repite, que está en todas partes y a la vez en ninguna, pero no lo ves? el mundo está al revés, el ensueño vuelve en aquello que nos saca de esa rutina, que nos despierta del andar cibernético de la masa, y en medio del día...
un semáforo que inspira.