viernes, 20 de julio de 2007

En días de invierno y soledad


















CANCIÓN LOCA

Los vientos huracanados lloran
y la noche es gélida.
Ven aquí, sueño,
y revela mis penas.

Pero ¡mirad!; la mañana se atisba
sobre los riscos orientales;
y las susurrantes aves del alba
desprecian en verdad la tierra.

¡Mirad!: hacia la bóveda
del cielo estrellado,
cargadas de pesar
son llevadas mis notas.
Impresionan el oído de la noche,
hacen llorar a los ojos del día,
enloquecen a los vientos que rugen
y con la tempestad juegan.

Como diablo en una nube,
con aullante dolor,
siguiendo la ncohe vengo
y con la noche marcharé.
Vuelvo la espalda al este
del que han aumentado los consuelos,
pues la luz se apodera de mi seso,
causándome un dolor enloquecedor.
W. Blake