y de lunes, lunáticos.
Y que de este lunático
con quien me tope huyendo de un lunes,
en su andar avanzando estático, de noche lo alcanzo
la luna llena
y en esa claridad para el enceguecedora,
Tropezó de pronto y sin querer...
con la vida.
Que tonto loco lunático
que a esas horas de luna llena de un lunes
del que huyendo se encontró desprevenido a la vida...
y no la sobrevivió.
Pamela Hernandez V.
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