jueves, 27 de agosto de 2009
Desvelos
MARIO BENEDETTI
Si en la ventana abierta
pasa la noche celadora
yo vigilo las sombras
y los humos del miedo
no hay oración del desengaño
no hay alma en pie de guerra
sólo la patria de la noche
moviéndose prudente
en mis ojos abiertos
en el enjambre de callados
pongo mis sílabas de siempre
las corroboro mientras cuento
o mejor imagino
los álamos que tiemblan
una penumbra sin alarmas
y en este caso sin estrellas
un pobre orgullo de estar vivo
tan sólo eso es el desvelo
y sin embargo no quisiera
dormirme así indefenso
en esta suerte descampada
por lo menos aquí tengo la noche
sombras y humos del miedo
pero en cambio no sé
qué vigilia soñada
qué vigilia mendaz
bajo los párpados
me espera
viernes, 21 de agosto de 2009
Calle de abrazados
Columnata de árboles
o nada / sombras sobre piedras
herméticos zaguanes
o nada / hojas en el viento
la llaman calle de abrazados
no exactamente porque las parejas
se refugien allí a falta de otros
espacios de amor gratis
la llaman calle de abrazados
porque en las noches de domingo
hay dos tan sólo dos
una mujer y un hombre
desentendidos misteriosos
que se citan allí como dos náufragos
y cada náufrago se abraza
al otro cuerpo salvavidas
la llaman calle de abrazados
como tributo a un solo abrazo desesperado recurrente
tan azorado y tan estrecho
como si fuese siempre el último
y esto a pesar de que en su isla
el hombre y la mujer ignoren
que ese destino en que se abrazan
se llama calle de abrazados
MARIO BENEDETTI
Sentimientos
Yo sé que sentir a corazón abierto
es casi tan cursi como una golondrina
o un estudiante que se pega un tiro
porque lo aplazaron en matemáticas
en todo caso para los sentimientos
hay horarios relativamente cómodos
verbigracia de 11 pm a 2 am
cuando la luna queda en la cuneta
un incendio liquida los arbolitos secos
y a la derecha o a la izquierda otro cuerpo
se queja de un calambre o de un olvido
en el resto hay que apurarse y depurarse
no distraerse en flores ni en desolaciones
llegar con la lengua afuera pero llegar
sólo la muerte que nos madruga es impuntual
después hay que hacer números y numeritos
es decir méritos sin piedades ni prórrogas
y convertir al camello y el ojo de la aguja
en blasón evangélico del narcomundo
habrá que ser mezquino sin atenuantes
con decisión pero con escándalo
torpezas y ternuras ya no se llevan
los muros están grasientos de bullicio
estoy por patentar un heterónimo
para que una o dos veces por trimestre
haga llover sobre mis brasas
y de paso organice mis sentimientos y los muestre
en silencio
por las dudas
MARIO BENEDETTI
Sembrándome dudas
Si uno pudiera repasar
año por año el culebrón
de la propia desarrapada vida
si uno pudiera ver
asombro a asombro
sin titulares ni publicidad
los vericuetos y los goznes
de la conciencia veterana
¿lo grabaría en un cassette
o apagaría el televisor?
MARIO BENEDETTI
Los formales y el frio
Mientras comían juntos y distantes y tensos
ella muy lentamente y él como ensimismado
hablaban con medida y doble parsimonia
de temas importantes y de algunos quebrantos
entonces como siempre o como casi siempre
el desvelo social condujo a la cultura
así es que por la noche se fueron al teatro
sin tocarse un ojal ni siquiera una uña
su sonrisa la de ella
era como una oferta un anuncio un esbozo
su mirada la de él
iba tomando nota de cómo eran sus ojos
y como a la salida soplaba un aire frío
y unos dedos muy blancos indefensos y tristes
apenas asomaban por las sandalias de ella
no hubo más remedio que entrar en un boliche
y ya que el camarero se demoraba tanto
llegaron cautelosos hasta la confidencia
extra seca y sin hielo por favor y fumaron
y entre el humo el amor era un rostro en la niebla
en sus labios los de él
el silencio era espera la noticia era el frío
en su casa la de ella
halló café instantaneo y confianza y cobijo
una hora tan sólo de memoria y sondeos
hasta que sobrevino un silencio a dos voces
como cualquiera sabe en tales circunstancias
es arduo decir algo que realmente no sobre
el probó sólo falta que me quede a dormir
y ella también probó y por qué no te quedas
y él sin mirarla no me lo digas dos veces
y ella en voz baja bueno y por qué no te quedas
y sus labios los de él
se quedaron gustosos a besar sin usura
sus pies fríos los de ella
que eran sólo el comienzo de la noche desnuda
fueron investigando deshojando nombrando
proponiéndose metas preguntando a los cuerpos
mientras la madrugada y los temas candentes
conciliaban el sueño que no durmieron ellos
quien hubiera previsto aquella tarde
que el amor ese célebre informal
se dedicara a ellos tan formales
MARIO BENEDETTI
Entrecementos
Urgencia del tiempo
Aun
Agosto 21
FERNANDO UBIERGO
Se ocultaba en los pilares de los viejos pasadizos
para esconder el hijo que pronto le iba a llegar
fue dificil esconder en un pobre delantal
los tres meses..... de más...
Y salia del colegio con un siete en la libreta
y en el vientre una cometa que pronto querra volar
y se iba a caminar, y se iba a preguntar
por las calles sin final...
Y se fue a donde un cura quien le dijo era pecado
y muy pronto un abogado le hablo de lo legal
y fue el profesor de ciencias
quien hablo de la inconciecia
de la juventud actual... de la juventud actual
Los que juzgan no ha sentido el amor...
el dolor...
y en el vientre unos latidos...
y se enredan en prejucios!
y el amor... se quedo en unos cuantos latidos...
Y sobraron los consejos que le hablaban de pastillas
de una vieja mujercilla que el trabajo lo hace bien
no falto la buena amiga, esa amiga entre comillas
que le dio una direccion...
Y salio desde el colegio en una fria mañana
cuando la vieja campana aun no daba su talán,
mientras el profe de ciencias hablaba de la inconciencia de la juventud actual.
Cuando agosto era 21 la encontraron boca arriba
con la mirada perdida y su viejo delantal
y en el bolso del colegio dibujado un corazón
que decia... tu y yo.... que decia tu y yo...
Los que juzgan no han sentido el amor...
el dolor...
y en el vientre unos latidos
y se enredan en prejuicios!
y el amor?...
jueves, 20 de agosto de 2009
sábado, 8 de agosto de 2009
De las olas y el aroma de esta tierra
Me senté en la arena mojada,
recorrida por millares de olas.
Me senté, recogí las mareas de aquel estrecho
que me recibió como si nunca lo hubiera dejado.
Me paseó por austeras colinas
rodeadas de complicada simpleza.
Me llevó a espesos pantanos
fotografiados por el hielo
que imprimiendo la última escena otoñal
me atrapó queriendo en ella estamparme.
Acariciaban embelesando mis pies
aquellas olas rebeldes que no tienen ley
carcomían la arena sepultando a poco mi alma
para que no se vuelva jamás a alejar
y mientras.. su ritmo melodioso
me acunaba con su vaivén.
Y en el sueño me acudieron remembranzas
dulces ácidas amargas
de años derretidos en deshielos
que hoy han dejado la huella que no vuelvo a mirar
pero que precede mis pasos
Susurros acarician mis oídos
es el viento magallánico de sur
que a la vez que enfría calienta
el éter de mi quintaescencia.
Intento detener en mi aliento
el aroma de tierra recién humedecida
mientras se yergue ostentosa
en medio del centelleante atardecer
la Luna, que se tiñe
con el incendio de su vergüenza
de tanto candor en tan tempranas horas
y a esta hora última
sólo la acompaña
esta triste vela
que se deshace en complacencias
para poder terminar de decir
en medio de tanto rodeo
cuánto añoro esta mi tierra.
jueves, 6 de agosto de 2009
Posdata sin carta
En la carta que pude haberte escrito
y no he tenido espacio para hacerlo
no iba a ser tan probo
como vos reclamabas
mi plan era explicarte mis razones
aunque me consta que mis sinrazones
eran mucho más diáfanas
por otra parte no eran pertinentes
las citas eruditas
con que iba a desvelarte
nada de animula vagula blandula
en vez de ten cuidado mariposa
nada del mehr licht goetheano
en vez del luz más luz dijo varela
nada de honni soit quimal y pense
en vez del alma otaria que hay en mí
a lo mejor la carta va mañana
por ahora te mando esta posdata
vale
Mario Benedetti
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