martes, 16 de junio de 2009
Este ruidoso silencio,
este que arrastra la lejanía
que alarga la lejanía
que acelera el ritmo de la nada,
de la escarcha en las almas,
del flagelo del día a día
que atesta las costas de mis días,
que alarga las profundidades de mis soledades
y las locuras,
aquellas que afloran como en la primavera el polen
ese que desgarra fosas nasales sin permiso
en un molestoso e incesante tira y afloja
de navegantes erráticos que buscan salir a flote
pero no son nunca bienvenidos.
Así mis locuras no ceden, THEY DON'T GIVE UP!
THEY NEVER GIVE UP (no son cosas, tienen vida)
pero no logran más que insistir
y aparecen de vez en vez de cuando en cuando
cuan volcán que parece estar dormido
pero por debajo en la mesodermis busca su salida
y cuando erupciona arrasa con lo que encuentra
en su camino sin compasión ni complacencia
Este ruidoso silencio
me aclama
me llama
me posee
lo poseo
lo aclamo
es mío
soy yo
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